La variable irrenunciable de todas las ventas

Tal como lo afirmó Thomas Alva Edison hace más de 100 años al referirse a la genialidad humana: “ésta consta de 1% de inspiración y 99% de transpiración”.

En el mundo laboral se refiere a la persistencia y la importancia de una gestión operativa constante que conlleve a elevar los casos de éxito comercial, sin embargo, es de vital importancia que el trabajador optimice sus recursos de tiempo, talento y esfuerzo físico para abocarlos a hacia una mayor disponibilidad de sus espacios de autorrealización y familia.

A través de toda la construcción teórica de la llamada venta científica, 3 conceptos han sido profundizados y vienen impulsando una de las campañas más fuertes que el mundo laboral busca apropiar con el fin de maximizar sus éxitos y cultivar relaciones perdurables, es la búsqueda por la Confianza.

La generación de confianza se convierte en una variable del relacionamiento interpersonal que activa todos los neurotransmisores y, por ende, las sensaciones y emociones del buen relacionamiento interpersonal a largo plazo.

Existen 3 teorías que nos explican cuáles tácticas del marketing personal pueden utilizarse para generar esa sensación de confianza:

  1. Aunque algunos consideran la belleza como una cuestión subjetiva, ésta sigue siendo una ventaja que facilita la construcción de confianza. Así como lo leen, las personas atractivas, no solo lucen bien, sino que generan más confianza que los que cargamos con esta fealdad.

Psicológicamente, cuando vemos a una persona físicamente atractiva, nuestra mente tiende a atribuirle cualidades positivas, como inteligencia, amabilidad o éxito, aunque no tengamos evidencia concreta de que estas cualidades sean ciertas.

Esta aparente condición física que provee una ventaja social es llamada el efecto Halo, presente también en la percepción que generan algunas personas que cumplen con los estándares del “buen vestir”.

  • Algunos de nosotros nos cambiamos de cera cuando nos encontramos de frente con una persona de apariencia taciturna, rara, sucia y de paso rastrero, porque nuestra perfilación de lo confiable no se ajusta a esa versión humana animada.

Taxonómicamente, la especie humana es clasificada en el reino animalia bajo una característica llamada Bilateria. Aquí nos separamos de otros seres vivos por nuestra simetría bilateral, lo que significa que nuestros cuerpos pueden dividirse en dos mitades iguales.

La naturaleza nos condiciona a percibir en nuestra especie que a mayor simetría mayor perfección, generando una percepción de confianza al distinguir similitud o superioridad entre las anatomías.

  • Finalmente, recordemos que cuando nos presentan a alguien que tiene la sensación de conocernos desde antes, inconscientemente en su cara se dibuja una sonrisa sutil que la reproduce el cerebro cuando encuentra cierta familiaridad positiva con nuestro rostro. Esa sensación de familiaridad es un catalizador de la confianza.

La sensación de Familiaridad perfila al portador como una persona bien intencionada, honesta y más confiable en la medida que su proporción aurea se ajusta a la constante numérica 1,1618, o sea si sus medidas físicas son más perfectas.

En conclusión. La confianza es la variable que no puede faltar en la fórmula del éxito comercial la que todas las áreas de la organización deben establecer dentro de sus KPI, a una mayor presencia de confianza mayores serán las probabilidades de éxito comercial y mercadotécnico.